CAMINO DE SANTIAGO. NUESTRA 5ª ETAPA. DESDE SARRIA (13.476 hab.) A PORTOMARÍN (1.838) REALIZADA EL 8/8/13
22 KM
«O mitade nuestro Caminho. Rio Miño».
Otro día pasado por agua. Esta mañana parece primaveral, más que de pleno verano. Amanece lloviendo, poco, pero de esta lluvia que lentamente te va calando si no tienes un buen capote y una buena protección para la mochila.
Antes de iniciar la andadura de este día, hay incluso tiempo, para un cafelito, en el mismo bar donde comimos, que a eso de las 7:00 de la mañana está repleto de peregrinos.
Tras este chute de cafeína, nos ajustamos la mochila, estiramos y en marcha.
Una confortable mochila es fundamental para tener una buena experiencia durante el Camino. La que lleva un servidor pesa alrededor de 7 kilos, es de una capacidad de 40 litros, que no llenamos ni por asomo. Un buen espaldar, aireado ajustable, para no llevarla pegada a la espalda, buen agarre en los hombros, regulable, y lo que será más importante el enganche en la cintura, que hace que el peso no se lleve en los hombros sino en los riñones. Además conforme van pasando los días parece que cada vez lleva uno menos cosas, algo que es muy buena señal. Es bueno que tenga funda de lluvia para cubrirla, porque como vemos aunque sea agosto, algunos días va a llover. Sobre los departamentos, pienso que mientras más tenga mejor, para llevarlo todo organizado. Además para la ropa hay unas funditas con cremalleras, muy apañadas que facilita organizarlo todo en su interior.
Para comenzar el día, subidita, junto a la iglesia románica del Salvador (siglo XII) y camino del Monasterio, fundado en el siglo XIII, de la Magdalena, para abandonar Sarria. Pasamos por el mojón que marca el kilómetro 111 hasta Santiago y por uno de los cruceiros más bonitos del Camino, especialmente por su ubicación, en un alto donde se puede ver todo Sarria, por donde pasamos diciendole adiós.
Al poco tiempo de salir, deja de llover, el ambiente húmedo deja un paisaje idílico. 110 KM hasta Santiago. A partir de aquí es difícil ir en solitario por el Camino, esas “hordas de peregrinos” pueblan el camino cada vez con más afluencia. Irá a más conforme nos vayamos acercando a Santiago.
Paradita para reposar las piernas, que vienen cargadas del cúmulo de días, y desayuno. Lo hacemos en Casa Morgade (18º sello). Unos fantásticos tazones de café y cola cao, acompañados con abundante pan tostado con mantequilla y mermelada. Lluviosa mañana y bonito sitio , donde te entran ganas de quedarte todo el día, pero hay que continuar.
Acompañados por la llovizna pasamos por la iglesia parroquial de Santa María de Ferreiros, del siglo XII, situada en término de Mirallos (El pueblo de Ferreiros tiene 27 hab.). Bonita portada que bien merece una explicación del románico in situ. Y es que dicha portada románica tiene tres arquivoltas, separadas con moldura taqueada (tan frecuente esta decoración en todo el Camino), capiteles vegetales y modillones con representaciones de fieros leones. Para más inri, el tímpano es bilobulado. Qué buena imagen de libro de texto, ¿es para recrearse o no?.
A eso de las 9:30 de hoy jueves 8 de agosto estamos a 100 KM de Santiago de Compostela. Y sobre el medio día se divisa ya al fondo Portomarín, lo que no quiere decir que esté cerca, así nos lo hace saber una señora con la que nos paramos a hablar por el Camino, presentada ella misma como “la parrocha“, y a la que le preguntamos si queda mucho, con la consiguiente respuesta:
– Os queda alrededor de una hora. (Acto seguido nos describe el tramo que queda). Seguiréis todo recto, y tras el cruce bajareis una tremenda cuesta. Después llegareis al puente, donde os parareis a haceros unas fotos. Subís la escalinata y ya estáis allí.(12:10).
Y así fue. A las 13:10 ya estábamos en el Albergue, e hicimos todo lo que nos comentó. La entrada a Portomarín es por un gran puente que cruza el Rio Miño y al fondo de este una escalinata de casi unos cincuenta escalones y que suben sobre uno de los arcos de un antiguo puente romano, un gran descanso donde se encuentra la capilla de las Nieves, unos escalones más y ya estamos arriba.
El Albergue Ferramenteiro (19º sello), es diferente a todos los encontrados anteriormente, tiene más de 130 literas, donde la organización es espectacular, está perfectamente preparado para el descanso del peregrino. Tras pasar por recepción, una chica nos enseña las instalaciones, cocina, sala común, literas y baños, nos dice que al fondo están las lavadoras y las secadoras. Como de costumbre, cambiamos el calzado a chanclas y salimos a comer.
No nos vamos muy lejos. Justo al lado del Albergue hay un gran restaurante y a él nos dirigimos, a por el frecuente menú de 10 €. De primero ensalada de pasta o melón con jamón y de segundo pescado o churrasco variado con patatas, con su moho canario inclusive. ¡Ah! y vino, una garrafinha de vino de la casa que está de lujo, como la comida. Para el postre Tarta de Santiago. Tras este homenaje, a sestear se ha dicho. (o a que la ropa pruebe la lavadora, que no está de más)
En el Albergue hay un gran tablón de corcho con información y numerosas estampas de diferentes santos que clavan los peregrinos. Por supuesto ahí se iba a clavar también nuestro San Mamés.
Por la tardecita subimos a comprar la cena, que hemos decidido hacerla en el Albergue. También subimos por la calle principal, flanqueada por pórticos, a la plaza del Conde de Fenosa, donde se trasladó la iglesia de San Nicolás (20º sello), piedra a piedra por la construcción de la presa de Belesar. Esta iglesia-fortaleza es construida alrededor del siglo XII. En el muro de la epístola, en la cabecera hay una pintura mural que ocupa todo el muro, se trata de una Anunciación, en la que se representa a un orante a los pies del arcángel San Gabriel. Esta nave finaliza, en una especie de dosel con una bóveda de crucería que muestra también restos de pintura mural, en esta zona y en su homogénea de la nave del evangelio. También merece especial mención los pórticos; el de los pies que es un claro eco del Pórtico de la Gloria, y el de la derecha, ejemplo del románico más puro, incluso con escenas del bestiario medieval.
En el trayecto nos encontramos con Jacobo y con las chicas de Madrid, Inma, Cristina, la otra chica que las acompaña, es de Guadalajara y hoy duerme en casa de una amiga que vive por el lugar, hablamos un rato en la calle, se alojan en un albergue en el centro. Poco a poco nos íbamos encontrando con peregrinos que coincidíamos en albergues o tramos del Camino. En el albergue mismo, al lado de la litera de Quique y Aurora pernoctan unas chicas de Valencia, que veremos también más adelante.
Una vez en el alojamiento, nos ponemos a preparar la cena. Sopa, tortilla francesa y una magnifica ensalada. Unimos dos mesas en la puerta de la misma cocina, al exterior, y mientras atardece nos hincamos un nuevo homenaje. Tras el cual la sobremesa se alargará tanto que la chica del Albergue nos indica que va a cerrar la puerta y entramos para dormirnos. ¡Esta noche con tapones!, que nos ha tocado al lado un peregrino roncón. Ponerte los tapones es como aislarte, entras en el mundo del silencio, y entre la “esnortaera” que te produce y el cansancio, te quedas frito. Otro esplendido día.
VISITAMOS
La iglesia de San Nicolás (siglo XII) y la plaza de El Conde de Fenosa donde se encuentra su Ayuntamiento.
ALOJAMIENTO
Albergue Ferramenteiro (Rúa Chantada, nº3)
Excelente en servicios. Gran nave con 130 literas, amplios baños, zona de auto-lavandería, cocina y comedor y sala común. Muy buena terraza con mesas en el exterior. Propia para tomar una cervecita descansando los pies tras terminar la etapa. 10€ el alojamiento.
COMIDA
O´Mirador. Albergue-Restaurante-cervecería.
Menú 10 €. (1er plato, 2º plato, bebida y postre). Muy buen lugar y muy buena calidad. Su altura frente al Miño y junto al Albergue, le hace un sitio privilegiado para comer.
(Su albergue tiene 30 literas y también cuesta 10€)
COMENTARIOS
Nueva parada con la gente que veníamos coincidiendo y conociendo, Jacobo, Inma, Cristina. Nuevo contacto con las chicas de Valencia. Y más adelante se incorporarán en las andaduras del Camino dos hermanos también de Valencia. Lo veremos en nuestra siguiente etapa. «El Camino es la gente que te encuentras».
La pintura mural de la Anunciación, en la iglesia de San Nicolás, responde a los modelos góticos italo-franceses.