SENDERO POR LOS MARINES
El invierno también es una estación estupenda para caminar por la Sierra de Huelva, y así lo creyó la Asamblea Local Cruz Roja de Cortegana que propuso un solidario y encantador sendero por el término municipal de Los Marines. Entre los senderistas se encontraban usuarios de la residencia «El Chanza».

El grupo
Para su realización contaron con el voluntariado de dos expertos sobre el terreno, Luis Julián Muñiz y José Francisco González, gestor de Vestigia Patrimonio y Turismo, experto en todo lo referente a lo patrimonial en la Sierra.
Iniciamos el sendero, una actividad de sensibilización ambiental, desde el corazón del pueblo, la Plaza Carlos III, en dirección oeste dejando atrás una fuente con su abrevadero y una gran casa que se conserva realizada con materiales vernáculos digna de ser interpretada como edificio singular en la localidad.

A la salida, en uno de los caminos
Durante el recorrido la imagen invernal del campo pone en la primera parte del recorrido unas notas de color marrón traída de la caída de hojas de las diferentes árboles que encontramos al paso. Poco a poco el camino se va estrechando conduciéndonos por una fina trocha que nos hace adentrarnos en el corazón de la Sierra.

El color del invierno
Por la ruta, las diferentes explicaciones sobre el pueblo de los Marines van dando sentido al recorrido por su término, estas van desde las históricas hasta las relacionadas con su paisaje en el que podemos encontrar algún que otro viñedo.

Ilustrándonos sobre la historia local
El día de realización del sendero, 7 de febrero, es especial para este pueblo serrano, porque fue «hace 248 años cuando se constituye Los Marines como villa independiente de Aracena, localidad a la que perteneció administrativa y jurídicamente hasta 1768, cuando Carlos III le concede la carta de secesión», así nos lo hace saber nuestro interprete patrimonial José Francisco.
Incluso a la hora del bocata charlamos sobre el nombre del municipio, Los Marines, del que podemos encontrar diferentes interpretaciones que van desde la que se relaciona con el gentilicio «Marín» hasta la que puede hacer referencia al rosmarinus, antigua denominación del romero, tan abundante en estos terrenos. No faltó el que hace referencia a la leyenda ya que se dice que al tratarse de un pueblo de sierra lejos de la mar, se le decidió poner este nombre para así tener a la mar presente, además existe la creencia de que sus vecinos tenían la opción de poder elegir servir en la marina.
Desde el sendero se vislumbra a lo lejos las manchas blanquecinas que dibujan los núcleos de población que se reparten por la Sierra, pudiéndose apreciar las localidades de Fuenteheridos o la pedanía de Navahermosa.

Fuenteheridos

Navahermosa
Entre valles y un camino empedrado en su mayor parte flanqueado por paredes de piedra, donde la roca madre une lo artificial, esas lindes de piedra hechas por el hombre, con lo natural, nos conduce hasta el arroyo Del Buenvino, que hay que cruzar en varias ocasiones, caminando al lado de los chopos que junto a él se alzan.
Realizamos una nueva parada junto a una pequeña presa de agua que el hombre realiza para controlar el agua para el riego de las huertas. Ya estamos cerca del pueblo.
Entramos en él por el norte del caserío, concretamente por la Calle Moralillo. Hasta volver a la Plaza, junto a la iglesia que nos marca el final del recorrido.

La arquitectura del agua
Una ruta esta, resumida perfectamente por las palabras de José Francisco González, uno de los voluntarios: «Cuando se juntan buenas personas en un espacio igual de bueno el resultado es alegría, empatía, felicidad, solidaridad, etc. Sensaciones del sendero circular de hoy alrededor de #LosMarines«.
Por experiencias como estas esta Asamblea puede decir y con letras mayúsculas:
CRUZ ROJA CORTEGANA: CADA VEZ + CERCA DE LAS PERSONAS.
Más imágenes del sendero:

José Julián y José Francisco, los voluntarios

Por Los Marines

Caminos de invierno

Los jóvenes a la denalntera

Los valles

Paisaje de Sierra

La Sierra en estado puro

Linde de piedra

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia
Como siempre, los reportajes de Rutas Sierra son muy completos, amenos, didácticos y reflejan mediante la palabra la esencia de la actividad. Da gusto leer a Antonio M. Cuaresma por su experiencia y por crear de estas experiencias un archivo de las realidades del Turismo y Patrimonio serranos.
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