EN EL BANCAL HABLANDO DE PROYECTOS SOCIALES

Sobre punsetes
Si hay un producto rey en agosto ese es el tomate, por ello creímos que el proyecto que queríamos presentar este mes fuese relacionado con la horticultura, y que mejor propuesta que la presentada por Tomates Felices, que desde la localidad onubense de Arroyomolinos de León, genera oportunidades de inclusión laboral a personas con problemas de salud mental. Dado que una de las bases en RS es la concienciación social, nos desplazamos hasta este pueblo para pasar un rato con Sebastián Molina responsable de tal idea y charlar con él en el lugar de los hechos;
Seba nos gustaría conocerte un poco, saber algo sobre ti, tu formación y ¿Por qué decidiste dedicar tu tiempo a este proyecto?
Yo soy informático, estudié ingeniería informática, me dediqué a ello desde 2010 hasta 2014, pero no me terminó de encajar, necesitaba algo que me llenara más en otros ámbitos. Fue en el año 2012 cuando se creo aquí una delegación de la Asociación FEAFES Huelva, una Asociación que se dedica a la salud mental, trabaja con familiares y personas con enfermedad mental.
En 2015 nos llegó un proyecto en el que empezaron a trabajar dos personas, una psicóloga y un trabajador social. Yo después de quedarme en paro, era autónomo y me di de baja, y quedarme un poco sin saber qué hacer, me volqué con el tema de la Asociación para intentar sacar el mayor número de actividades posibles, durante esos seis meses que tenía a esas dos personas trabajando aquí. Y en ese periodo surgió la idea de hacer un proyecto de inclusión laboral para personas con enfermedad mental de aquí de la Sierra, de nuestro pueblo y de los alrededores.
Hasta principios de 2016 se estuvo desarrollando la idea, un poco planificando todo, surgió el nombre, cómo iba a ser el modelo de negocio del proyecto y en marzo de 2016 arrancamos ya a trabajar con el grupo de participantes.
El primer año fue una experiencia muy enriquecedora, empezamos cinco y desde el verano pasado continuamos cuatro personas. Este año con el tema de la calor, de la sequía y demás lo estamos pasando un poco peor en cuanto a producción, pero seguimos con la misma idea.
Estamos un poco pivotando la idea hacia la elaboración de productos elaborados a partir de las hortalizas, mermeladas y patés vegetales, y no centrarnos tanto en la venta en fresco que siempre es más complicada, menos rentable y necesitaríamos mucha más extensión, entonces la idea es tener una producción más reducida con una sostenibilidad económica que nos la puede dar algo que le da más valor añadido y mayor rentabilidad, como es la elaboración.
¿Cuál fue la chispa que surgió en tu interior que te impulsó a iniciar tu andadura como joven emprendedor-social?
Yo ya fui emprendedor con el tema de la informática, lo intenté en ese ámbito, y como decía no me terminaba de llenar, siempre he estado vinculado al activismo social, al activismo cultural, aquí en la localidad he colaborado y he llevado a cabo muchos proyectos, revistas culturales, las Jornadas de Patrimonio cuando se organizaron también participé, y con el tema de la informática veía que me faltaba esa parte, que a mi me llena y me gusta.
La huerta, también ha sido algo a lo que me he dedicado siempre desde pequeño con mi padre, he ido al campo siempre con él y la huerta siempre me ha gustado, era como ese momento de respiro, de tranquilidad y de relajación, hay quién hace meditación, quién se va a correr, para mi esto me lo da la huerta.
Aunando eso y el tema de la Asociación, creada en 2015, la intención fue hacer un proyecto que encajara esas partes que yo veía que eran las que me llenaban. La informática me sigue gustando, sigo bicheando algunas cosillas, la web del proyecto la llevo yo, las redes sociales y todo eso, pero no es el núcleo principal, es un añadido que se me da relativamente bien y me gusta, pero hay otras partes más.

Bajo la parra
¿Qué puedes decir e tu idea, cuál es su función, y hacia donde se dirige, qué productos cultiváis?
La primera idea era comercializar a través de Internet, tener una tienda online, vender productos por Internet y demás, cuando te metes en materia y te ensucias las manos, ves que el tema de comercializar por Internet es muy complicado, es otro mundo, y pensé si soy capaz de venderle a mi vecino o mi vecina pues a lo mejor algún día le venda a alguien por Internet. Entonces empezamos primero a venderle a mi vecino y mi vecina, y ahí surgió un poco el primer modelo de negocio que desarrollamos el año pasado que era venta aquí en Arroyomolinos y en pueblos cercanos, en Sevilla algún envío que nos ha cuadrado con alguna persona, para ello hicimos un grupo de WhatsApp «La cuadrilla Feliz» se llama y yo iba volcando ahí los productos que íbamos teniendo y la gente hacía los pedidos y se lo llevábamos a su casa.
Este año con la colaboración del Ayuntamiento de Arroyomolinos hemos tenido un puesto en el mercado de abasto, entonces hemos centralizado la venta ahí, también hemos hecho algunos pedidos a casa, pero principalmente la venta está focalidzada en el puesto de la plaza de abasto.
¿Qué tipos de productos?
Hortalizas de temporada, en invierno la haba, la cebolla, la acelga, la espinaca, ahora ya en verano tomates, pimientos, berenjenas, patatas, etc.
Ya con la experiencia del año pasado se veía que el tema de venta en fresco no íbamos a conseguir que fuera rentable y sostenible el proyecto, entonces casualmente al final de la temporada del año pasado, cuando ya estábamos quitando las plantas que ya no dan más productos, en septiembre, las tomateras tenían muchos tomates verdes y uno de los participantes del proyecto me comentó que su madre hacía una mermelada de tomates verdes y vino la madre un día, nos enseñó a elaborar la mermelada, hicimos ciento y pico botes de mermelada de tomates verdes que se iban a tirar y los vendimos aquí en un mercadillo navideño y funcionó muy bien, a la gente le gustó mucho, entonces ahí ya me hizo a mi «clic» de pensar que este tiene que ser nuestro rumbo, el trabajar en la elaboración. Es muy complicado, primero intentar sacar algunas recetas, porque lo que queremos hacer es sacar una línea de productos con una marca propia que sea un sabor y una esencia de la Sierra de Aracena, entonces ahí estamos buscando algunas recetas que no sean la típica mermelada de tomate verde y ya está, o la típica mermelada de pimiento, sino que vaya un poco más allá, o patés vegetales igualmente, y ahora mismo estoy en ese trabajo de desarrollo de la receta, yo no soy cocinero, y ahí me está costando un poquito más encontrar la textura y el sabor, pero lo conseguiré.
«Lo que queremos hacer es sacar una línea de productos con una marca propia que sea un sabor y una esencia de la Sierra de Aracena, entonces ahí estamos buscando algunas recetas que no sean la típica mermelada de tomate verde y ya está, o la típica mermelada de pimiento y ya está, sino que vaya un poco más allá».
Apadrina tu mata
¿Qué hacen normalmente los participantes y cómo ves tu que le reporta a ellos el estar aquí en Tomates Felices?
Hay dos ámbitos principales que tienen un gran impacto en las personas que participan en el proyecto, el primero, es la actividad principal, el trabajo en la huerta, el cultivo, la preparación de la tierra, cuidar los arbolitos, hacer una rampa de acceso que la hemos hacho de piedra y con nuestras propias manos, todo eso es una actividad que no es monótona, que vas viendo una evolución desde que plantas la semilla, hasta que crece la planta, da el fruto, lo recoges, ese proceso es satisfactorio, ves que tu trabajo va teniendo un fruto y lo vas viendo durante el tiempo , esa parte creo que es muy importante, además se está haciendo una actividad física moderada en el campo al aire libre, estamos escuchando los pajaritos, respirando aire puro, yo creo que todo eso es importante y seguro que tienen aportes positivos para las personas, eso en cuanto a la huerta.
Pero después hay otra parte que es la comercialización, que esa la he vivido más este año, es en la plaza de abasto donde también están ellos allí atendiendo al público y ahí ya se generan relaciones y se están desarrollando otras habilidades, que bueno a lo mejor algunas personas no tienen carencias, pero otras si o, al fin y al cabo, sirven de entrenamiento.
El año pasado al principio, con una persona que se incorporó en verano, al mes de incorporarse la madre nos dijo que había cambiado totalmente, que de estar sentado por la tarde en parque sin hablar con nadie y aburrido, ahora tenía algo que contar, estaba haciendo algo por la mañana que cuando alguien se sentaba a su lado tenía algo que contarle y bueno ese cambio ya es un impacto positivo en esa persona. También se aprende a gestionar el tiempo, a gestionar el estrés y un montón de cualidades y habilidades que se trabajan aquí.
«Hay dos ámbitos principales que tienen un gran impacto en las personas que participan en el proyecto, el primero, que es la actividad principal, es el trabajo en la huerta…se está haciendo una actividad física moderada en el campo al aire libre… Pero después hay otra parte que es la comercialización…se generan relaciones y se están desarrollando otras habilidades…También se aprende a gestionar el tiempo, a gestionar el estrés y un montón de cualidades y habilidades que se trabajan aquí».
¿Cómo animarías a las personas a que se decidan a iniciar su proyecto cualquiera que sea, a desarrollar su idea, qué le podrías decir tu desde tu experiencia?
Para mi, vivir en Arroyomolinos, en la Sierra, es calidad de vida. Hoy en día no es tanta la diferencia que puede haber con una gran ciudad o un pueblo más grande en cuanto a servicios, a ocio y todo ese tipo de cosas, cualquiera tiene coche o tiene disponibilidad de viajar para ir a un teatro, a un cine o a cualquier sitio o con Internet tienes acceso a todo el ocio y toda la cultura que quieras y tener contacto con personas que no tienes que estar viendo continuamente pero puedes estar manteniendo la amistad. Creo que no es como hace cincuenta año que la vida en el pueblo y la vida en la ciudad eran dos mundos separados, hoy en día están prácticamente fusionados o tienen mucha parte fusionada, y creo que no tiene todo lo malo de la ciudad, el estrés, la contaminación, la deshumanización que puede provocar una ciudad.
En los pueblos conoces a todo el mundo, vas saludando a todo el mundo por la calle y me parece que da un gran valor a lo que es la vida en el pueblo. Entonces si una persona siente que eso es así, que le gustaría vivir en un pueblo porque estás en contacto con la naturaleza, tienes otro ritmo de vida, desarrollar un proyecto va a ser difícil pero yo creo que va a ser satisfactorio tengas éxito o no lo tengas, porque si no tienes éxito y al final no consigues que esa idea pues sea rentable, que te de para vivir, la experiencia la has tenido.
Te puedes ir a hacer un Máster de lo que sea a Cambridge, que va a estar genial y seguro que aprendes mucho, pero si desarrollas un proyecto aquí en tu tierra y con la gente que tienes alrededor, a parte de la experiencia del aprendizaje, yo lo estoy viviendo , vas a conocer a mucha gente, vas a tener contactos y visiones diferentes de la realidad que estamos viviendo aquí, y yo creo que eso es muy importante porque te da otra visión de donde estás viviendo y al final con los eventos que organizamos aquí en verano y demás, vienen grupos de aquí de la zona entonces ya estás viendo algo cultural con un proyecto que en principio no está centrado en lo cultural, ya estás creando lazos.
«Desarrollar un proyecto va a ser difícil pero yo creo que va a ser satisfactorio tengas éxito o no lo tengas, porque si no tienes éxito y al final no consigues que esa idea pues sea rentable, que te de para vivir, la experiencia la has tenido».
Muchas gracias Seba por tu tiempo y por presentarnos tan hermoso proyecto.

Fin