10 RAZONES PARA CONOCER VALDELARCO
Por Lorena Medina
Valdelarco es un pequeño pueblo muy pintoresco y situado en el centro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, limitando con los términos municipales de La Nava, Cortelazor, Galaroza y Cumbres Mayores.
Catalogado como Conjunto Histórico-Artístico, Valdelarco está asentado en una ladera, cuyas construcciones están diseñadas en forma escalonada debido al perfil montañoso y calles empinadas sobre las que se sitúan.
Sus pequeñas dimensiones y baja demografía a lo largo de su historia, además de su situación y la complejidad en su acceso, han favorecido la conservación de sus edificaciones antiguas, permitiendo mantener un entorno único, con gran belleza paisajística y rica naturaleza a su alrededor.
¿Por qué pienso que debes conocer Valdelarco?
1.Por sus calles empedradas, sus callejillas y sus rincones.
Las calles de Valdelarco están construidas con gran esfuerzo, encajando piedra a piedra hasta completar todo su perfil. No encontrarás dos calles iguales, ni siquiera parecidas, cada una de ellas tiene su particularidad, bien por su pendiente, por su estrechez o, incluso, por sus recovecos y rincones inesperados.
Recórrelo, piérdete por sus calles y disfruta de su variedad y de su peculiaridad arquitectónica que, vista desde la distancia, engañan al visitante aparentando estar unas casas construidas encima de otras.
2. Por sus calzadas y sus corredores.
Caminando por sus calles encontrarás sus famosas ‘calzadas’. Las calzadas no son más que muros de piedra construidos para salvar los desniveles del terreno y sobre las que se sitúan arriates llenos de flores que cuidan con mucha paciencia sus vecinos y que otorga un colorido y belleza especial al pueblo.
Los corredores forman parte de la peculiaridad de las viviendas del pueblo. Son amplias terrazas techadas, normalmente orientadas al sur, y donde antiguamente se secaba el maíz y otros productos agrícolas. Hoy en día, su uso ha cambiado mucho y es una estancia de la vivienda donde puedes pasar largas horas disfrutando de la tranquilidad del pueblo y contemplando la belleza y la naturaleza de sus alrededores.
En nuestras viviendas contamos con otra curiosidad: las puertas de las viviendas incorporan una pequeña “ventana”, a la que llamamos postigo. El postigo siempre se mantiene abierto si los habitantes de la casa están en ella, y están disponibles. En cambio, el postigo lo encontrarás cerrado cuando los habitantes no estén, estén durmiendo o que, por cualquier otra circunstancia, en esos momentos no puedan atender visitas.
Recuerdo una frase que mi familia me repetía cuando era niña, especialmente en horas de siesta: ‘Si el postigo está cerrado, ¡no llames a la puerta!’

3.- Por su Iglesia.
La Iglesia del Divino Salvador del mundo, catalogada como Bien de Interés Cultural, está situada en el centro del pueblo y es su principal hito arquitectónico. Fue construida entre 1724 y 1728 con un estilo barroco y derrumbada tras el gran terremoto de 1761. En su reconstrucción se amplió la Iglesia y se sustituyó el campanario por una torre de transición del barroco al neoclásico.
Me gustaría resaltar la aportación y esfuerzo de los vecinos del pueblo en los últimos años para la restauración del retablo del altar mayor y las diversas mejoras en la conservación de sus principales elementos.
Valdelarco, además, cuenta con una ermita en honor al Divino Salvador, situada en el Valle Caravajal, junto al Puerto Lanchar y construida en 1992, también con el esfuerzo y aportaciones de los vecinos y donde actualmente se celebra la romería de la que hablaremos en el siguiente punto.
Valdelarco cuenta, también, con un coro romero gracias a la labor altruista y desinteresada de un grupo de vecinos que nos deleitan con sus voces y sonidos de guitarra cada vez que algún evento eclesiástico se celebra.

4.- Por sus fiestas y tradiciones.
En cualquier época del año en la que decidas visitar Valdelarco, puedes encontrar variedad en sus fiestas. Y es que a los colmeneros nos sobran motivos por los que crear un festejo o echar un buen rato.
La fiesta más importante es en agosto, del 5 al 8, en honor del Divino Salvador del Mundo, su Patrón y cuya festividad se celebra el día 6 de agosto. Es el día más importante del año en Valdelarco.
La romería, celebrada el primer sábado de mayo y en la que los vecinos del pueblo y visitantes se dirigen hacia el Puerto Lanchar, donde está situada su ermita. Además de ser un entorno precioso, pasarás un bonito día en convivencia con sus vecinos, recorriendo sus casetas y donde, con seguridad, serás invitado a tomar una buena tapa.
El Día del Bollo, celebrado el Sábado Santo, es una festividad de convivencia en el campo, en la que nos dirigimos cargados de comidas y bebidas, y, por supuesto, de nuestro famoso Bollo de Pascua (una rosca de masa de pan con matalahúva y dos huevos que han sido cocidos en el mismo momento en que se horneaba el pan). He de resaltar que esta festividad tradicionalmente se disfrutaba durante el Domingo de Resurrección. No obstante, ha sido ligeramente adaptada a nuestras necesidades con el fin de disponer del descanso necesario para volver el lunes a nuestros puestos de trabajo.
Si tienes oportunidad, te recomiendo encarecidamente que visites Valdelarco en Navidad. Tiene una exquisita decoración navideña realizada a mano por sus vecinas. Te sorprenderán sus bolas en los árboles con el nombre de todos los peques del pueblo, las fundas de los bancos o en las papeleras, cadenetas de colores… realizadas en croché con mucha paciencia y esmero para alegrar al pueblo en unas fechas tan señaladas. Además, podrás disfrutar de las escenas del Belén Viviente en sus calles y esquinas, gracias también, a la colaboración del pueblo, y, especialmente, de sus niños.

5.- Por su gente
Los colmeneros son cercanos, nobles, ingeniosos y, sobre todo, muy acogedores. Si te apetece involucrarte en sus costumbres, en sus quehaceres o en su ocio, no tendrás ningún tipo de inconveniente al respecto, ya que sus vecinos invitan abiertamente a la integración de sus visitantes. Si tú quieres, no te sentirás solo.
Gente trabajadora, resolutiva, humilde y responsable… los vecinos de Valdelarco se reconocen, también, por su inteligencia y sabiduría de buenos serranos.
6.- Su rica y variada naturaleza.
Aquí somos ricos en naturaleza.
La variedad y la cantidad de vegetación que rodea a Valdelarco hace que se convierta en un entorno idílico para descansar y desconectar del estrés del día a día. Perder la mirada en un manto de verdes, respirar aire puro, las noches estrelladas de verano, escuchar las ranas croar, un burro rebuznar o el tremendo placer de que te despierte el cantar de los pájaros.
Si vienes en otoño, podrás incluso escuchar la berrea de los ciervos, disfrutar de la variedad micológica que nos regala nuestra tierra (asesorándote, por favor, con algún experto) y probar unas ricas castañas asadas.
No olvides subir a los dos miradores (el tradicional Mirador y el reciente Mirador del Lomero) y disfrutar del entorno que nos enseñan. Tampoco dejes atrás una rebeca si vienes en verano: si bajas a la plaza durante la noche, con mucha probabilidad la necesitarás. Nuestro clima y el tipo de construcción de nuestras viviendas hacen que nuestros veranos aquí sean bastante llevaderos en olas calor.
¿Y sus huertas? ¡Me encanta el olor dulce de la fruta madura en verano!

7.- Sus senderos
Si te apetece un poquito de actividad física, no te aburrirás recorriendo los senderos que salen desde nuestros alrededores y que nos permitirán visitar estampas realmente bonitas.
Uno de los más conocidos y que comienza en nuestro pueblo, es el sendero Valdelarco-El Talenque. Es un camino histórico de dificultad baja, apto para toda la familia y que sigue el curso de un arroyo serrano. Llegarás a un área recreativa donde podrás disfrutar de un tentempié y un merecido descanso.
Si eres aficionado al ciclismo de montaña, en los últimos meses se han diseñado varias rutas para mejorar la oferta de turismo activo. Nuestro amigo Jesús nos recomienda la ruta desde nuestra ermita hasta la Coronada o la del Pitoso.

8.- Su arroyo y sus fuentes
¿Sabías que bajo la plaza del pueblo pasa un arroyo? Tanto es así que los colmeneros no decimos: ‘¡Nos vemos en la plaza!’, los colmeneros decimos:’¡Nos vemos en el arroyo!’.
Sí, una de las maravillas de nuestro pueblo es el agua, y por eso, no dejes de visitar, entre otras, la Fuente de las Alberquillas. Pero, si preguntas en el pueblo, debes tener en cuenta una cosa: aquí le llamamos ‘La saberquilla’. El entorno lo componen un conjunto de albercas que se alimentan de un manantial natural de agua fresquísima y donde, en épocas de sequía, más de uno hemos ‘hecho cola’ para rellenar garrafas de agua para toda la familia.
Fácil será que te encuentres también con lievas, pero, ¡ten cuidado dónde metes el pie! 🙂 Las lievas son pequeños canales de agua que se usan para regar las huertas y que verás en los caminos próximos al pueblo.
9.- Su gastronomía.
La chacina de Valdelarco es famosa en toda la sierra. Los chorizos y las morcillas de aquí cambian el sabor de los potajes. Y, por supuesto, nuestros salchichones y el jamón de bellota.
Prueba los famosos ‘quesos pestosos’ de Valdelarco o llévate uno de sus sanos quesos frescos. Si te acercas a los vecinos y tienes oportunidad, intenta probar los calostros, un rico postre (y muy calórico) realizado a base de los calostros que producen las cabras tras el parto.
Y compra huevos de corral, de los de verdad, de los de la yema naranja.
Los buñuelos que hacen nuestras vecinas en Navidad… ¡Qué maravilla!
Y, por supuesto, cualquiera de los frutos del campo y de sus huertas… ¡esos tomates rosados! No le hace falta más que sal y aceite de oliva ¡Una delicia!
Si eres de los que les gusta comer fuera, no importa que te decantes por cualquiera de sus bares o su restaurante, quedarás muy satisfecho. Aprovecha para pedir manitas u orejas de cerdo, para comerte un buen serranito, para pedir una fuente de carne ibérica, un arroz con setas o, incluso, para comer un buen pulpo asado o choco frito. Termina tu comida con un postre de castañas. ¡Para chuparse los dedos!
10.- Sus matanzas caseras
Una tradición muy fuerte en el pueblo sigue siendo su matanza de cerdo casera. Los vecinos aprovechan la época de frío para dar sentencia a los cochinos que se han alimentado de bellotas en los campos que rodean el pueblo. A pesar de la connotación negativa que esto pueda tener, si tienes la oportunidad de colaborar en una de ellas, serás partícipe de un buen trabajo en equipo y una coordinación inmejorable. No pasará desapercibido el olor del aliño de los chorizos y salchichones. Déjate invitar a un buen mosto y prueba alguna tapa de carne. ¡Vive y disfruta de la experiencia!

Podría seguir enumerando un sinfín de motivos más para invitarte a conocer Valdelarco, pero creo que lo mejor es que vengas y lo disfrutes por ti mismo.
¡Nos vemos en el Arroyo!